NUEVA YORK. La compra de la aplicación para compartir fotos Instagram por parte de Facebook no dejó a todos contentos: los fanáticos más duros se quejan de la operación y consideran que ha llegado la hora de presionar el botón “borrar”. Twitter y otras redes sociales reflejaban el miércoles el enojo contra Facebook, pintado como un monstruo que pisoteaba a una indefensa.
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