Miami (EE.UU.).- El vigilante voluntario George Zimmerman fue detenido y acusado de homicidio en segundo grado, un mes y medio después de que la policía decidiera dejarlo en libertad sin cargos por la muerte del adolescente Trayvon Martin, lo que desató una ola de protestas en Estados Unidos.
"No hemos tomado esta decisión a la ligera. Hemos buscado justicia para Trayvon Martin", dijo hoy la fiscal especial encargada del caso, Angela Corey, en una conferencia de prensa, en la que, "por su seguridad y por la de todos", no quiso ofrece detalles sobre el lugar en donde está detenido el hombre de 28 años.
Su comparecencia era muy esperada por quienes llevaban semanas reclamando la detención de Zimmerman y lo acusaban de haber actuado por prejuicios raciales, así como por aquellos que criticaban a la policía por dar por buena su versión de que actuó en defensa propia y lo dejó en libertad.
También era anhelada por los que defendían el derecho de Zimmerman a disparar contra alguien que suponía una amenaza, algo que ampara una ley de Florida y de otra veintena de estados en el país, así como por quienes consideraban que las autoridades habían hecho lo correcto, dada la falta de testigos o pruebas que rebatieran su versión.
"No hemos tomado esta decisión por la presión pública o a petición (de alguien), sino de acuerdo con la ley y siempre con la intención de buscar justicia para la víctima", dejó claro la fiscal, quien dijo que la investigación sigue abierta y apuntó que Zimmerman se entregó voluntariamente.
Según indicó, el vigilante voluntario, que había permanecido oculto debido a la presión pública, "será presentado ante un juez cuando sea oportuno".
"Sólo queríamos un arresto, nada más y nada menos. Y lo hemos logrado. Gracias, Dios. Gracias, Jesús", dijo entre sollozos la madre del adolescente, Sybrina Fulton, en una conferencia de prensa, donde aseguró hablar desde su "corazón a sus corazones, porque el corazón no tienen color: no es blanco ni negro".
El padre del joven, Tracy Martin, también agradeció emocionado a los cientos de miles de personas que han reclamado la detención de Zimmerman, pero explicó que su arresto y acusación "es sólo el comienzo".
"La primera vez que marchamos (en un acto de protesta) recuerdo que miré al cielo y me dije: 'andaré por fe'. Y seguiremos haciéndolo, agarrados de la mano blancos, negros, hispanos... Seguiremos marchando hasta que se haga lo correcto", prometió.
En la misma conferencia de prensa intervino el reverendo y activista afroamericano Al Sharpton, que desde que se desató la polémica ha protagonizado actos de protesta alegando que si hubiera sido un negro quien disparara a un blanco, en las mismas circunstancias, habría sido detenido de inmediato.
"Ésta no es una noche de celebraciones. Esto no tendría que haber ocurrido y no debe volver a ocurrir", defendió, al tiempo que insistió en pedir que nadie salga a las calles celebrando nada, porque "no hemos ganado nada" y recordó que ha pasado un mes y medio desde lo ocurrido.
"No se ha tardado en la detención. Este es un caso difícil y hay otros que se demoran muchísimo más", explicó la fiscal sobre su arresto y acusación de homicidio en segundo grado, un delito que puede implicar una pena de hasta cadena perpetua.
Antes de que ocurrieran los hechos, Zimmerman llamó al número de atención de emergencias de la Policía y denunció la presencia de alguien sospechoso. La operadora le dijo que mandaban a agentes y que él no interviniera. Cuando éstos llegaron, Trayvon estaba muerto en el suelo.
"Podemos tomarnos un respiro, porque hemos llegado a la primera base, pero es sólo la primera base", dijo el abogado de la familia Martin, Benjamin Crump.
El presidente de la Asociación Nacional para el Avance de la Gente de Color (NAACP, por su sigla en inglés), Benjamin Jelaous, dijo en un comunicado: "Cuarenta y cinco días después de que la vida de Trayvon Martin acabara de forma violenta, las ruedas de la Justicia finalmente han comenzado a girar. Este es un primer paso importante para ofrecer una Justicia de Trayvon y su familia".
"Mientras continúa el proceso es fundamental que todos seamos pacientes y permitamos que el procedimiento siga su curso de una forma justa y transparente", apuntó al respecto el gobernador de Florida, Rick Scott, en previsión de todo lo que aún seguirá dando de qué hablar este caso.
"No hemos tomado esta decisión a la ligera. Hemos buscado justicia para Trayvon Martin", dijo hoy la fiscal especial encargada del caso, Angela Corey, en una conferencia de prensa, en la que, "por su seguridad y por la de todos", no quiso ofrece detalles sobre el lugar en donde está detenido el hombre de 28 años.
Su comparecencia era muy esperada por quienes llevaban semanas reclamando la detención de Zimmerman y lo acusaban de haber actuado por prejuicios raciales, así como por aquellos que criticaban a la policía por dar por buena su versión de que actuó en defensa propia y lo dejó en libertad.
También era anhelada por los que defendían el derecho de Zimmerman a disparar contra alguien que suponía una amenaza, algo que ampara una ley de Florida y de otra veintena de estados en el país, así como por quienes consideraban que las autoridades habían hecho lo correcto, dada la falta de testigos o pruebas que rebatieran su versión.
"No hemos tomado esta decisión por la presión pública o a petición (de alguien), sino de acuerdo con la ley y siempre con la intención de buscar justicia para la víctima", dejó claro la fiscal, quien dijo que la investigación sigue abierta y apuntó que Zimmerman se entregó voluntariamente.
Según indicó, el vigilante voluntario, que había permanecido oculto debido a la presión pública, "será presentado ante un juez cuando sea oportuno".
"Sólo queríamos un arresto, nada más y nada menos. Y lo hemos logrado. Gracias, Dios. Gracias, Jesús", dijo entre sollozos la madre del adolescente, Sybrina Fulton, en una conferencia de prensa, donde aseguró hablar desde su "corazón a sus corazones, porque el corazón no tienen color: no es blanco ni negro".
El padre del joven, Tracy Martin, también agradeció emocionado a los cientos de miles de personas que han reclamado la detención de Zimmerman, pero explicó que su arresto y acusación "es sólo el comienzo".
"La primera vez que marchamos (en un acto de protesta) recuerdo que miré al cielo y me dije: 'andaré por fe'. Y seguiremos haciéndolo, agarrados de la mano blancos, negros, hispanos... Seguiremos marchando hasta que se haga lo correcto", prometió.
En la misma conferencia de prensa intervino el reverendo y activista afroamericano Al Sharpton, que desde que se desató la polémica ha protagonizado actos de protesta alegando que si hubiera sido un negro quien disparara a un blanco, en las mismas circunstancias, habría sido detenido de inmediato.
"Ésta no es una noche de celebraciones. Esto no tendría que haber ocurrido y no debe volver a ocurrir", defendió, al tiempo que insistió en pedir que nadie salga a las calles celebrando nada, porque "no hemos ganado nada" y recordó que ha pasado un mes y medio desde lo ocurrido.
"No se ha tardado en la detención. Este es un caso difícil y hay otros que se demoran muchísimo más", explicó la fiscal sobre su arresto y acusación de homicidio en segundo grado, un delito que puede implicar una pena de hasta cadena perpetua.
Antes de que ocurrieran los hechos, Zimmerman llamó al número de atención de emergencias de la Policía y denunció la presencia de alguien sospechoso. La operadora le dijo que mandaban a agentes y que él no interviniera. Cuando éstos llegaron, Trayvon estaba muerto en el suelo.
"Podemos tomarnos un respiro, porque hemos llegado a la primera base, pero es sólo la primera base", dijo el abogado de la familia Martin, Benjamin Crump.
El presidente de la Asociación Nacional para el Avance de la Gente de Color (NAACP, por su sigla en inglés), Benjamin Jelaous, dijo en un comunicado: "Cuarenta y cinco días después de que la vida de Trayvon Martin acabara de forma violenta, las ruedas de la Justicia finalmente han comenzado a girar. Este es un primer paso importante para ofrecer una Justicia de Trayvon y su familia".
"Mientras continúa el proceso es fundamental que todos seamos pacientes y permitamos que el procedimiento siga su curso de una forma justa y transparente", apuntó al respecto el gobernador de Florida, Rick Scott, en previsión de todo lo que aún seguirá dando de qué hablar este caso.
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