Especialistas en nutrición y profesionales de la salud señalaron hoy en Brasil que las causas de la obesidad son múltiples, defendieron el uso de fármacos para completar algunas dietas y subrayaron la importancia de la actividad física para mejorar la calidad de vida y evitar muertes prematuras.
“La inactividad física mata tanto como el tabaco, mata más que la obesidad y más que la diabetes”, dijo el profesor de la Universidad Gama Filho de Sao Paulo, Víctor Matsudo, durante la primera jornada de un simposio sobre equilibrio energético que se celebra en la ciudad brasileña de Guarujá.
Matsudo alertó de que la población en Brasil está ganando peso rápidamente, señaló que el 70 por ciento de los ciudadanos de Sao Paulo, la mayor ciudad del país, son sedentarios y que la inactividad causa una muerte cada dos minutos.
“Mi perspectiva es construir salud a partir de la actividad física”, dijo Matsudo y aseguró que el ejercicio no debe ser contemplado sólo como prevención sino que “forma parte del tratamiento”.
Asimismo, dijo que la falta de actividad física causa el 9 por ciento de las muertes prematuras y mostró estudios que revelaron que los beneficios de combatir el sedentarismo son más elevados que algunos tratamientos y cirugías.
Mientras, el profesor de Medicina Alfredo Halpern, de la Universidad de Sao Paulo, defendió el uso de medicamentos para ayudar a la pérdida de peso de pacientes que no logran adelgazar con dietas, pero matizó que el mismo fármaco puede tener diferentes efectos en personas distintas.
“No es obeso el que quiere, es obeso el individuo que entre otros factores tiene una desregulación bioquímica por razones que todavía no se conocen”, afirmó.
Asimismo, detalló que el estrés, la falta de sueño, las bacterias y la carencia de algunas vitaminas como factores que influyen en el sobrepeso.
Otro especialista que intervino en el debate fue el profesor de Epidemiología y del Programa de Ciencias Nutricionales de la Universidad de Washington, Adam Drewnowski, quien desmintió que las bebidas con edulcorantes bajas en calorías causen hambre o sobreestimulen los receptores del sabor.
El experto dijo que este tipo de bebidas son “una herramienta útil más” en el control del peso, pero aclaró que no es una “varita mágica”.
Drewnowski señaló que hay ausencia de estudios a largo plazo y aseguró que es difícil la extrapolación de los datos de una zona geográfica a otras por lo que recomendó estudios propios sobre América Latina.
El especialista también habló de la elección de los sabores y manifestó que es natural la inclinación de los niños por el dulce y la evolución de esa elección con el paso de los años.
Según el experto, el ser humano relaciona el sabor amargo con venenos y sustancias que ponen en peligro su supervivencia.
El endocrino mexicano Fernando Lavalle fue el encargado de abrir hoy los debates, que reúnen a más de 130 participantes, y tienen el objetivo de profundizar sobre los pilares científicos del balance energético.
Lavalle, quien que preside el comité organizador de la Serie Científica Latinoamericana, iniciativa que promueve el simposio, alertó de los riesgos de obesidad y falta de actividad física en América Latina y agregó que los sistemas de salud no están lo suficientemente desarrollados para hacer frente a esa realidad.
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