La famosa silla bentwood Nº 14, fabricada en 1859 por Michael Thonet y convertida en objeto de decoración de los cafés parisinos, fue la inspiración del arquitecto Andy Martin para elaborar la bicicleta más cara del mundo, conocida como el modelo Thonet.
La carrera del australiano, nacido en 1963, la compone una serie de trabajos en mobiliario de restaurantes, bares y propiedades residenciales del Reino Unido que lo han llevado a ganar un par de premios por su innovación en diseño.
Este ejemplar, que en el mercado tiene un precio de 70 mil dólares, cuenta con un marco de madera de haya y se realizó como homenaje al asiento de la empresa alemana Thonet, que vendía 865.000 sillas al año y es pionera en el diseño de muebles.
De hecho, en su época, Michael Thonet estableció una red de distribución en todo el mundo que le permitiera vender los productos que habían sido concebidos y reformados gracias a una tecnología que él mismo inventó: el procesamiento de madera curvada.
Por eso, una de las novedades del modelo Thonet es el uso de la tecnología de flexión de vapor, que consiste en calentar listones de madera utilizando una caja de vapor con la ayuda de un torno de control numérico, al igual que se hacía 150 años atrás.
La bicicleta ya ha sido aplaudida por su diseño resistente, sus ruedas fabricadas en fibra de carbono y el reforzamiento de las articulaciones y las zonas de mayor estrés, gracias a una serie de conectores y varillas arqueadas.
El artefacto, de edición limitada, es suave y ligero en el desplazamiento y carece de frenos en manubrio, por lo que quien la conduce se ve obligado a mover hacia atrás los pedales cuando quiera parar. Esa fue la razón para que el periódico The Huffington Post la calificara de tener un aire vintage.
Tweet |