Muchos podrán declarar muerta a la escritura manuscrita, sin embargo, mientras nuestros dispositivos sigan requiriendo electricidad a través de un enchufe en una muralla para funcionar, siempre habrá espacio para el lápiz y el papel.
Para ayudarle a los niños a escribir mejor, Falk y Mandy Wolsky inventaron el Lernstift, un lápiz –que actualmente está en etapa de prototipo para pulir sus falencias– que tiene la propiedad de identificar los errores en la escritura en tiempo real, advirtiéndole al usuario mediante una pequeña vibración que está cometiendo un error y que debe corregir su ortografía.
El lápiz está programado para reconocer los movimientos asociados a cada letra, y en su modo caligrafía es capaz de vibrar cuando una letra manuscrita quedó con una forma extraña o poco reconocible, mientras que en su modo ortografía es capaz de reconocer los errores ortográficos y gramaticales, vibrando una vez por un error ortográfico, y dos veces para un error gramatical.
Los inventores ahora buscarán recursos a través del crowdfunding para manufacturar su producto, por lo que durante el mes de febrero iniciarán una campaña a través de Internet para que con la ayuda de las personas interesadas logren desarrollar y llevar su idea al mercado.
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