En parte tiene que ver con lo que narra la Biblia. Tras el diluvio universal, Noé envió una paloma, que regresó con un ramo de olivo en el pico como prueba de que las aguas se habían retirado y que la tierra firme estaba lista otra vez para ser habitada. La lluvia había cesado y el peligro había desaparecido. El mensaje: "Dios volvía a estar en paz con los hombres".
Curiosamente, el símbolo para la Campaña de Desarme Nuclear que diseñó el artista británico Gerald Holtom en 1958, y que hoy también es mundialmente reconocido como emblema universal de la paz, también se inspira en esta idea, ya que representa las patas de una paloma dentro de un círculo.
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