Cuando la celulitis invade alguna parte de la anatomía, suele resistirse a abandonarla. Para mantenerla a raya hay que seguir una dieta que combata las toxinas y el estreñimiento, rica en alimentos que favorezcan la eliminación de líquidos, la depuración orgánica y el control del peso.
Bajo la piel existen unas células denominadas adipositos, que almacenan las grasas que necesita el organismo y las transforman en el combustible que cubre tus necesidades energéticas.Cuando se produce algún desequilibrio, los adipositos dejan de recibir la ayuda de algunas hormonas con las que funcionan, se atrofian, sufren un crecimiento anormal y se degeneran.
El cuerpo almacena más grasas, retiene líquidos, los tejidos se endurecen y oxigenan menos, se altera la circulación de la sangre y linfa, se hincha la zona afectada, aumenta la acumulación de sustancias tóxicas y se deterioran muchos capilares sanguíneos.
Esta pequeña debacle orgánica, que afecta a más del 90 por ciento de las mujeres, produce la antiestética “piel de naranja”, cuyos lugares favoritos son los muslos, las nalgas, el vientre, el interior de las rodillas y brazos, y el cuello, según las edades.
Según los expertos, la aparición y desarrollo de la celulitis guarda un estrecha relación con la alimentación. Para prevenir y atajar el problema, aconsejan seguir una serie de normas alimentarias, que hay que aplicarlo, con constancia, día a día, y que ayudan a darle dan “un portazo en las narices” a la piel de naranja.
UN DÍA DEPURATIVO
Para limpiar tu aparato digestivo y eliminar toxinas, efectúa una depuración con zumos vegetales, exprimiéndolos y licuándolos en el instante y tomando medio litro antes de cada comida y cena, que deben ser moderadas.
Algunos de los vegetales más adecuados son: apio, hinojo, espinacas o manzana. Otra opción para tu jornada depurativa, consiste en ingerir sólo frutas, hortalizas o verduras de la temporada, sin olvidar la ingestión de abundantes líquidos.
REFUERZA TU APORTE DE HIERRO
Además de prevenir la anemia, las verduras, hortalizas y alimentos ricos en hierro deben estar presentes en tu mesa, porque la carencia de este mineral favorece la aparición de la celulitis y dificulta su eliminación.
Presta especial atención al hierro, si sigues una dieta para adelgazar muy estricta, que puede inducir deficiencias nutricionales, y si tienes menstruaciones abundantes, ya que la pérdida de sangre debilita. Consulta a tu médico la posibilidad de tomar un suplemento.
MANTENER EL SALERO BAJO CONTROL
Reduce el consumo de sodio, el cual no sólo está presente en la sal de mesa, sino en los productos precocinados, ahumados y embutidos.
En vez de la sal refinada, que favorece la retención de líquidos, usa la marina “completa” o “gorda”, que contiene decenas de minerales y da más sabor con menos cantidad. Utiliza más especias vegetales para condimentar.
PRUEBA CON LAS INFUSIONES
La cola de caballo, la salvia y el té verde, son plantas medicinales eficaces para eliminar los líquidos y las toxinas.
Otras tisanas que ayudan a evitar la celulitis son el taraxaco, la menta, el hinojo y el espino blanco.
CONTROLA TU PESO
Aunque una dieta baja en calorías ayuda a combatir la celulitis, este problema también ataca a las mujeres delgadas.
En todo caso, ten en cuenta que tanto las dietas ricas en grasas, que fomentan la obesidad, como los regímenes demasiado estrictos, aceleran y empeoran la celulitis.
HIDRÁTATE EN ABUNDANCIA
Toma al menos dos litros de líquido al día: de ellos ocho vasos de agua, entre comidas, y el resto en infusiones, caldos, zumos naturales y bebidas “light”, salvo alcohol.
La hidratación facilita el trabajo de los riñones, la depuración orgánica, la circulación, la eliminación de líquidos, y ayuda a que actúe la fibra, para mejorar tus evacuaciones.
DECÁNTATE POR LO NATURAL
Los alimentos fritos, pesados, envasados, procesados o refinados, o con aditivos, conservantes, colorantes o sustancias artificiales, además de dificultar la digestión y aportar azúcares y grasas, aumentan la acumulación de toxinas.
En cambio, los alimentos crudos, cocidos al vapor, biológicos, naturales e integrales, se digieren y asimilan mejor, aportan más nutrientes y menos compuestos tóxicos.
TOMA MÁS FIBRA PARA AGILIZAR EL INTESTINO
Las comidas ricas en fibras vegetales, que confieren humedad y volumen a las heces, facilitando su formación, movimiento y eliminación intestinal, son un valioso aliado para prevenir y aliviar el estreñimiento, que aumenta la acumulación de toxinas en los tejidos.
Las frutas, verduras, legumbres y cereales completos, son las mejores fuentes naturales de este compuesto que también puedes tomar en suplementos como el “plantago ovata” o el salvado.
EQUILIBRA EL POTASIO
Este mineral, que trabaja “en equipo” con el sodio, para regular la cantidad de agua presente en el organismo y el delicado mecanismo que determina su distribución, es uno de los suplementos más prescritos por los médicos.
Su carencia, además de fomentar el acné y la piel seca, altera el equilibrio hídrico. Lo encuentras en las frutas y frutos secos, hortalizas crudas, coles, plátano y berenjenas.
ELIGE LAS FORMAS DE COCCIÓN MÁS SALUDABLES
Para las carnes y pescados, utiliza la parrilla, plancha, brasa, hervido, horno y papillote.
Las verduras, siempre que puedas, tómalas crudas, o en su defecto hechas al horno, la plancha, hervidas, al vapor o en microondas.
Los huevos puedes consumirlos pasados por agua, escalfados, revuelto o en tortilla.
Tweet |