El reparto de las tareas domésticas es uno de los principales puntos de conflicto en las parejas actuales. Incluso cuando las dos partes trabajan fuera de casa, ellas le siguen dedicando mucho más tiempo a los quehaceres diarios que los hombres.
Estas desavenencias han motivado más de una investigación, como la que ha realizado la profesora Jacqueline Scott y un equipo de académicos de la Universidad de Cambridge. El estudio, financiado por Bruselas, se basa en los resultados del Estudio Social Europeo.
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Para ello, Scott ha contado con la participación de 30.000 personas de 34 países diferentes que respondieron a las preguntas sobre cuánto tiempo invertían en tareas domésticas como cocinar, lavar, limpiar, ir de compras y otras por el estilo.
Contra todo pronóstico, la parte masculina de los encuestados resultaba más beneficiada al realizar un reparto menos tradicional de las tareas domésticas. A la vista de los resultados, la conclusión principal de la investigación es que los hombres son más felices cuando se ocupan de las tareas domésticas.
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Al parecer, si ellos se encargan de una parte de las tareas del hogar, hay menos peleas en casa y toda la familia está más contenta. Según la investigación, maridos y novios se sienten culpables si no ayudan a sus parejas a limpiar y cocinar.
De manera que los hombres prefieren una vida tranquila encargándose de estas actividades, en vez de llevar una existencia más perezosa con su media naranja descontenta.
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Sin embargo, a pesar de las conclusiones de este trabajo, numerosos trabajos precedentes aseguran que aunque las mujeres se centran cada vez más en su carrera y educación, los hombres siguen permitiendo que sus parejas se encarguen de la mayor parte de las tareas del hogar. Si vives con tu pareja, ¿os repartís por igual el trabajo?
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