Miedo al embarazo
Cuando se comienzan las relaciones sexuales, sobre todo si se es joven, se suele tener un miedo exacerbado a que se produzca un embarazo. Este miedo puede interferir en el disfrute del sexo y causar otros problemas de excitación y orgasmo.
Es necesaria una correcta información sobre los métodos anticonceptivos disponibles y su modo de uso, de tal manera que la pareja se sienta segura utilizándolos y pueda concentrarse en el placer y la intimidad.
“No entra” o “Duele mucho”
Existe el mito de que la primera vez duele debido a la rotura del himen. Esta es una creencia que contiene más de un dato incorrecto.
El himen es una membrana que se encuentra en la entrada de la vagina, no contiene terminaciones nerviosas por lo tanto carece por completo de sensibilidad, lo que sí tiene es capilares venosos que mantienen el tejido vivo y por eso su rotura puede conllevar sangre, pero nunca dolor. Otra cosa que hay que saber es que el himen puede romperse con otras actividades no sexuales; haciendo ejercicio, montando en bici o a caballo… además, hay niñas que nacen sin himen e hímenes más resistentes que no se romperán hasta después de varias relaciones.
El dolor que recuerdan muchas mujeres en su primera vez se debe a la ansiedad y el temor que provocan la contracción involuntaria de los músculos de la vagina. Una mujer puede contraer con tanta fuerza la musculatura que impida totalmente la penetración del pene. Así, da la sensación de que la vagina es pequeña o el pene muy grande y que es imposible que quepa. La realidad es que la vagina es muy flexible y con la excitación sexual además se expande para dejar espacio al pene masculino.
Los nervios de la primera relación sexual pueden impedir que la excitación se desarrolle correctamente, es probable que cueste más tiempo conseguir la lubricación necesaria para facilitar la penetración y eso, además, puede causar molestias.
Erección incompleta o “gatillazo”
Efectivamente, ellos también sufren esos nervios que dificultan la excitación pero es que en los hombres se nota bastante más. Pueden perder la erección en el momento de penetrar o incluso no lograrla en absoluto, depende del nivel de ansiedad.
Los problemas de erección en la primera vez ocurren en el 78 % de los casos y no hay que darles mayor importancia. Se explican porque si el chico está nervioso y preocupado por como irán las cosas o incluso observando las reacciones de su pene, no está recibiendo suficiente estimulación erótica y simplemente no está suficientemente excitado. El cerebro no envía el mensaje de erección.
Lo peor que puede ocurrir es preocuparse en exceso e ir con esa angustia a la siguiente ocasión de relación sexual. Evidentemente si el hombre sigue observando si su pene se pone erecto o no, vuelve a ocurrir lo mismo y no se consigue la erección.
Ella no llega al orgasmo
El 95% de las mujeres asegura que no llegaron al orgasmo la primera vez que tuvieron una relación sexual con penetración.
Esto se explica primero por la inexperiencia. Ellas no saben cómo llegar al orgasmo en pareja y lo aprenderán con el tiempo. Es importante no responsabilizar al otro de nuestro propio placer y saber cómo llegar al clímax en solitario para poder comunicarlo y lograrlo juntos. Así, las chicas que se masturban y ya saben lo que les gusta tienen más posibilidades de disfrutar en la primera vez.
Por otro lado, volvemos a hablar de los nervios del momento y las dificultades para excitarse suficientemente, lo que impide llegar al orgasmo aunque la técnica sea adecuada.
Él termina antes de tiempo
Y si ellas no llegan al orgasmo, la mayoría de los hombres recuerda haber llegado prematuramente la primera vez.
Se enfrentan a una experiencia nueva con una alta carga erótica y es difícil prever como puede reaccionar así que la eyaculación puede sorprender por demasiado rápida.
Con el tiempo, el chico aprenderá a controlar la eyaculación si lo desea. Siempre teniendo en cuenta que es un entrenamiento puesto que naturalmente el hombre está preparado para eyacular pronto.
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