La hidratación diaria es fundamental para el correcto funcionamiento de nuestro organismo. Para un adulto sano una deshidratación del 2,8% del peso corporal por exposición al calor o tras un ejercicio fuerte, conlleva una disminución de la concentración, del rendimiento físico, de la memoria a corto plazo, un aumento del cansancio, dolores de cabeza, así como reducción del tiempo de respuesta.
De acuerdo a la doctora Giselle Escaño, el agua interviene en todos los procesos de la vida del individuo que se llevan a cabo en el organismo.
“Aproximadamente del 60 al 70% del cuerpo está compuesto por agua, por eso se dice que es la esencia de la vida y es necesaria para cada célula de nuestro organismo”, dice
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