El encargado del Departamento de Medicina Física y Rehabilitación del Hospital General Regional No. 1 Vicente Guerrero del IMSS en México, José Luis Beltrán Dávalos, dijo que las mujeres son más vulnerables a deformidades en los pies, al utilizar zapatos con tacones de hasta 15 centímetros de altura.
El zapato ideal es con tacón de cuatro centímetros máximo, el calzado es indispensable para la vida cotidiana, ya que protege los pies de las agresiones del medio ambiente y del entorno.
Sin embargo, las mujeres además del uso necesario, lo utilizan como un accesorio, que en ocasiones llega a ser inadecuado y afecta en forma considerable ambas extremidades.
El médico especialista en Ortopedia explicó que la característica principal por lo que la mayoría de los zapatos son utilizados por las mujeres es porque contribuyen a verse bien vestidas y estilizar al máximo su figura, sin interesarse en los posibles daños físicos a corto y largo plazo.
Actualmente un porcentaje considerable de mujeres utilizan zapatos con tacones arriba de 15 centímetros, que además de elevar la estatura de las personas, incrementan el riesgo de sufrir lesiones y accidentes.
El hacer uso por tiempo prolongado de este tipo de calzado, altera la naturaleza del pie y ocasiona graves daños que van más allá de la cuestión estética: callos, juanetes, inflamación en la planta o parte inferior del pie y dolor en la unión de los dedos con el pie.
“Para la anatomía y fisonomía adecuada del pie, y que este funcione de forma adecuada, el tacón debe tener una elevación de tres centímetros a dos centímetros y medio”, refirió. Añadió que del talón a la parte anterior del pie, debe tener soporte del lado medial, para que los músculos de la parte de la planta no estén en tensión. Los zapatos que se elevan más allá empiezan a desplazar el peso del cuerpo hacia la parte anterior y el principal que sufre es el dedo gordo”.
Otra de las consecuencias de ponerse zapatos muy altos es el cambio del punto de equilibrio del cuerpo y la pérdida de estabilidad al pisar, que pueden derivar en caídas con consecuencias severas y ocasionar fracturas de brazo, muñeca o codo, y en menor frecuencia, de rodillas o caderas (lesiones por transferencia o a distancia).
Dijo que es necesario que antes de comprar un par de zapatos, se tome en cuenta el tipo de pie que se tiene, sano o con alguna deformidad, ya que nunca se pone atención en esta parte tan importante del cuerpo.
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